Porque allí, bajo aquel rayo sagrado,
toda crueldad es inocente.
Armando Rojas Guardia
Uno se llena.
Una vez adentro
ya no podrás salir,
como Venecia,
como las cosas inaplazables,
no eres tú quien las ve
son ellas las que te atrapan.
Reflejarás vergüenzas
en espejos obsesivos,
en espejos obsesivos,
jugarás con el espasmo momentáneo
de ustedes dos multiplicados al infinito.
Compartiendo sábanas
con otros cuerpos de otros días,
intuirás lágrimas y sangres.
Un cierto asco
te llenará de miedo,
te impulsará a seguir.
Correrás desesperado
hacia eso que te deshace de alegría.
Te liberarás rápidamente,
desnudo
indefenso y silente,
cuerpo y orgasmos
cimas y miserias,
te esconderás del mundo allí adentro.
Sabrás de monstruos,
putas, misas y velas.
Compartirás fantasmas y lamentos.
Alguien luego,
intentará desinfectar tus humores
para que los otros no te intuyan,
pero será inútil,
tu grito
placentero y muerto
quedará en ti.
2 comentarios:
Este poema es estupendo, me gusta de principio a fin, tiene unas imágenes sumamente poderosas y unas magnificas metáforas poéticas...ME GUSTA...un gran poema
Muchas gracias, qué bueno que te haya gustado.
No estuvo fácil, tantas y tantas imágenes qu se nos vienen y tantas sensaciones...escribirlas fue todo un juego peligroso.
Un abrazo.
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